Las personas son lo que son

Las personas son lo que son, no lo que a nosotros nos gustaría que fueran. Hay que aceptarlo. Y dentro de esa aceptación, aprender a ser feliz. Sólo podemos cambiar realmente aquellas cosas que dependen de uno mismo.

  • Si tú no estás bien, nada lo estará.
Hay que serenarse, dejar sentimientos de culpa, recuperar la independencia emocional y perder el miedo a estar solo contigo mismo. Hay que desear pero no necesitar ni imponer a los demás. Dar más sin esperar a recibir, teniendo paciencia os sorprenderéis. 

  •  Pasar del miedo a la confianza
Hacer algo o no para que no se enfaden no es la solución. Mejor sería hacerlo para verlos feliz y así me compensa, me hace también feliz a mí. En los casos de pareja, confiar en que te quiere sin ser perfectos, que es difícil estar de acuerdo en todo. Las broncas provocan miedo y deterioro en la relación al sentir tensión, humillación o manipulación. ¿Por qué no pensar que los dos tenemos razón?

  • Generando confianza
Cuando algo te agrade, reconócelo. Ya sea con una sonrisa, una palabra amable o un beso. No pienses "qué mosca le habrá picado" o "algo querrá". No aproveches para recriminarle algo. En plan: "si fueras así siempre...", "ves como cuando quieres, puedes"... A todos nos gusta gustar y si se reconoce por terceros hay más probabilidades de que esa conducta buena se repita. 


  • Para opinar: 
      1. ESCUCHAR. Es fundamental y básico.
      2. Entender la idea, respetar y ponerte en su lugar.
      3. Demostrarlo con empatía. "Entiendo que..."
      4. No usar PERO ni descalificaciones. "Tambiés es cierto que..."
      5. Proponer un cambio común. "Sugiero... Podríamos hacer..."
      6. Abrir el diálogo y negociar. 
      7. Nada de ataques personales, exigencias, malos modos...

Ej: Te proponen un plan y no te apetece. Pues comenzar diciendo "entiendo que...comparto tu opinión...vamos a ver la forma de organizarnos..." Evitar decir no soporto a..., me parece un..., la verdad es que no entiendo como podéis ir con...". Mejor será explicar que llevas una semana de locos y apenas has podido descansar bien, pensar en una solución para hacer varias cosas, mostrar un abanico de alternativas, no es un ahora o nunca, todo o nada... No enfadarte y reprochar. "Y yo cuándo... a ver si te enteras..."


  • Se cariñoso
Aunque no estés de buenas, habla agradando, con expresiones positivas y si quieres, con contacto físico. El cariño es de las pocas cosas gratuitas y que más llena. Además, pensar en positivo facilita estar alegres. Decía Williams James: "¿estamos tristes porque lloramos o lloramos porque estamos tristes?

  • No eres perfecto
Si lo asumes, te darás cuenta que todos nos equivocamos. Lo mejor es ayudarse unos a otros y así mejorar juntos. ¡Y anotar ese punto colectivo al marcador! No hay que corregir continuamente lo mínimo. Creará más tensión. 

  • Maneras y maneras de hablar
¿Ha sucedido algo? vaya horitas de llegar
¿Has tenido un mal día? eres insoportable
¿He dicho algo que te moleste? a ti no hay quien te hable, cómo te pones por nada

  • Controlar impulsividad
Desaparece por un rato, ve al servicio o a otra habitación, a la calle con una excusa, más que nada para que la adrenalina no se apodere de ti y digas cosas de las que después te arrepentirás. Respira profundamente y piensa que todo tiene una salida, un punto positivo, que de todo se aprende, que hay cosas que llevan su tiempo. 

Si estáis alterados, hablarlo en otro momento. Las cosas no se tienen por qué solucionar de manera inmediata. Igual que no tiene que ser todo blanco o negro. No hay que reaccionar a lo loco ni a la defensiva.


  • No te martirices
Nadie es perfecto. Ir de víctima no te hace mejor persona. Es un sufrimiento inútil. No soluciona problemas ni da consuelo a largo plazo. No tratar de justificarte continuamente. Es mejor callarse, agachar las orejas y dejarlo correr. No volver a sacar el tema puede ser suficiente. Dramatizar y decir soy un desastre, siempre metiendo la pata, no sé cómo me aguantas..." es echar más leña al horno. 

No escuches o leas lo que no existe, ni saques conclusiones o interpretaciones negativas precipitadamente. Céntrate en el tema y no personalices todo estando a la defensiva. 

  • Rebobinar
Cuando metes la pata y te quedas como ¿WHAT? lo mejor es rebobinar y decir "que mal ha sonado eso ¿no?, mejor como si no hubiera dicho nada ¿vale?". Es una forma de rectificar con humor, quitar tensión al asunto y empezar de nuevo de mejor manera. Incluso si hace falta cuelga el teléfono, o sal y vuelve a entrar en la habitación, como si fuera la primera vez que vas a decir algo.

  • Más cosas buenas que malas
Aunque pienses que no es verdad, autoconvéncete de que sí. Es muy nocivo andar siempre buscando excusas, puntos negativos y débiles, inconvenientes y prejuicios. Mejor será buscar puntos cercanos, comunes, positivos y buenos. Nos anima y nos ayuda a estar bien, con nosotros mismos y con los demás.

Tiene algo que ver con la gravedad. Cuantas más cosas buenas encuentres, más aparecerán. Igual que cuanto más amor regales, menos te costará. Cuanto más trabajes personalmente, más frutos obtendrás.


Busca apoyo y no enemigos. Puedes ser muy torpe pero eres muy creativo y eres capaz de plasmar tus ideas e imaginaciones en realidad.

Puedes ser desorganizado pero siempre consigues acabar lo que te propones. Puede que no estés yendo a todas las fiestas que hay pero en cuanto tienes tiempo te apuntas al primer plan que te proponen.

  • No dediques toda tu energía en preocuparte
Por dar mil vueltas a los asuntos, no se van a solucionar solos. Si tomas distancia de los problemas, pensamos con más claridad. Olvidar por un rato el asunto puede ofrecer después otro punto de vista, o verlo con otro ánimo. ¿Cómo? Escucha música, un baño relajante, leer, cocinar, ir a la peluquería, hacer deporte, quedar con una amiga para tomar un café o ir de compras... 

Refuerza tu autoestima, ocupa tu tiempo, no seas catastrofista y busca lo positivo. Quien busca, encuentra. Ponte nuevas metas y disfruta de las cosas sencillas de la vida.



No soy psicóloga aunque nunca descartaría serlo porque me encantan las personas, escucharlas y si puedo ayudarlas. Con este fin he escrito el post, con el de poder ayudar a quien necesite consuelo, un ejemplo de cambio o simplemente leer un rato y despejar la mente. Me he basado en un artículo de la psicóloga Mª del Carmen Camacho Gil

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una de Quini

Tot'em, la onda de tu voz

Holea y wok