Sète, un puerto pesquero

Dimanche. Día típico otoñal. Sol brillante, pero suave. Con las hojas amarillas por los suelos y una leve brisa que las mueve. Este día había que disfrutarlo. De Montpellier a Sète, 15 minutos de tren y... voilà!

Nada más llegar, quisimos encontrar la oficina de turismo, mais... ce n'a pas été possible! Dan queso, café y zumo, pero nosotras ni lo olimos. Nos despistamos con el camino. Fuimos viendo el muelle y sus barquitas, le palais consulaire y le Musée International des Arts Modestes, cuanto menos, peculiar.

Después de comer, y aprovechando los últimos rallitos de sol que nos regalaba la tarde,  nos tomamos a la orillita del muelle varias boissons et crepes. Mi noisette tenía una cucharilla pequeña de café, detalle que me recordó a mi padre, y su gusto por las cucharillas bien puestas. Fue un buen rato de risas y parloteo. Tan bueno, que éramos observadas (y a lo mejor hasta envidiadas) por nuestros vecinos.

En el muelle de la Marine, los restaurantes proponen una gran variedad de especialidades locales, como la "bourride", la "rouille" de sepia, ostras, mejillones, calamares rellenos y las almejas de la laguna de Thau.

Grandes vinos, como el Noilly Prat o Muscat de Frontignan como aperitivo, y vino blanco de Listel o Picpoul de Pinet para acompañar las especialidades gastronómicas.

Desde el cementerio marítimo, se domina el mar y la playa de la Corniche. El poeta Paul Valéry, originario de allí, está enterrado en la parte alta, junto con Jean Vilar.

El monte Saint Clair, con la capilla de Notre Dame de la Salette en su cima, es lugar de peregrinación. Con sus 183 m. de altura, ofrece una vista panorámica espectacular de la ciudad y sus puertos.

Otras visitas de interés son el Teatro del Mar (al aire libre), el Museo Paul Valéry (con la historia de Sète), y el centro George Brassens.

Nos volvimos cuando el sol caía, y el puerto se iluminaba. Parecían las 10 de la noche, y no eran ni las 6 de la tarde.

Por internet he encontrado que el 25 de agosto hay torneos de justas acuáticas que atraen a multitud de visitantes. Es una forma de combate de la Edad Media entre hombres casados y jóvenes, vestidos de blanco. Se enfrentan en sus barcos, con escudo en mano y lanza de madera. Pero para entonces, seguramente, ya estaré en otro lugar.

Os dejo un enlace para que indaguéis más. Chao! http://www.es.ot-sete.fr/paseo-visita-guiada-ciudad.html

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